miércoles, 3 de marzo de 2010

El dolor de la mentira (que viva el drama)

El cuerpo ya no planea salir le da vergüenza que lo vean, se esconde esta sufriendo, mientras la mente quiere salir .Así empieza una discuta entre ellos, uno tiende a querer sobresalir y el otro a escabullirse.
Esteban si sale pues el no tiene reparo alguno en salir, se encuentra con sus amigos disfruta se siente bien pero espera la compañía de su damisela la cual anda envuelta en telas profundas para que así nadie la reconozca.
Se siente insegura le pregunta a Esteban por teléfono agresivamente, pues decide llamarlo, con quienes esta y el responde que solo con amigos ninguna chica, ella queda satisfecha.
Al día siguiente despiertan Esteban y Nadia, ella seguía feliz pues su hombre había salido sin ella, como era de esperar, pero su temor de que hablara con una chica que ella sabia que iba a ir a la reunión, lo cual una semana antes la carcomía el cerebro pues recalco sabia que iba a ir o lo esperaba pero su vergüenza le ganaba mas para ir a esa maldita reunión y ver quien era esa dichosa chica desconocida.
Esteban le dice que tiene que hablar con ella comienza como siempre con un discurso donde yo siempre soy la culpable pues lo primero que me dice es que le molesto que le haya dicho con quien estaba y si había ido Liliana la famosa desconocida luego viene lo peor me dice que si ha ido y que estuvo hablando con ella cuando me dijo que no había asistido a la reunión la desconocida. El me mintió.
Lo primero que hice fue sentarme frente a la compu luego me cambie pues andaba con pijama y dije me voy, Esteban se acerco presuroso y me miro me dijo que entienda que ama que me quiere que me escogió a mi .Pero la mentira ya había nacido en nuestra relación.

1 comentario:

  1. Hay muchos hombres que saben irse y volver, pero jamás se quedan. Hay mucha gente que te ama pero no sabe amar y te lastima. Hay corazones bueno pero que joden. El amor a veces es como llenar un balde repleto de huecos: demasiado esfuerzo. A veces es tan sencillo como pelar una naranja: pero igual duele. No sé que tenga la vida guardada debajo de la manga para mi, para ti, para la gente. Solo sé que hay días en que tengo salgo a enfrentarla con ganas y días en que me siento en un banquito a esperar. Días en que quisiera dormir dos horas más para recuperar fuerzas. Pero dentro de todo hay días para sonreir. Y a pesar de todo es chévere saber que se puede empezar de nuevo. Un beso y buena suerte.

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