El embarazo

No se que es el respeto, el querer, el amor…
Ha llegado hacia mi y lo he aceptado, yo lo busque a el, me le insinué, quería sufrir en esto del amor pues me enamore, yo si tu no. Sus ojos desorbitados y sus manos de malicia no dejaron nunca ver su amor, sus ultrajes eran salvajes y no deseables y de ellos nació la Mar.
Se fue, ándate le dije, sus ojos rojos no cambian, tengo tres meses que llevo a la Mar desaparece, yo puedo, la Mar y yo salimos de esta sin ti, tus ojos rojos no cambian. Si, eso dije la Mar y yo salimos de esta, con mi padre hecho mierda y mi madre desmoronada y yo, yo que era, no era nada.
No te acepto la Mar no te siento como puedes estar en mi cuerpo, como te has metido allí justamente ahora que ando perdida, que ni siquiera tengo una vida comenzada o terminada que ando aun metida entre libros y cuadernos, no tengo ni siquiera documentos, que va a ser de ti la Mar, vas a ser criada por mi madre una loca repulsiva y por mi padre un señor al cual le digo así con todo el respeto pues ni siquiera lo conozco, que no habla que solo te atina a mirar cuando esta borracho que no te van a cuidar bien y van a dejar pase cualquier mierda cosa.
La Mar salio y vio la luz. Ya llegaste a este mundo abierto. Pero no tengas miedo.
En la clínica quedarme sola con enfermeras deseaba que con gente conocida estar, depresión post parto me dio, me sentía débil, te extrañaba y a la vez te odiaba, fácil, dijo la doctora un diazepam.
Cruel, me engañaste apareciste ahora quieres ser el padre, luego que te apartaras todo el crecimiento de mi vientre antes plano. Sin embargo yo aquí estoy, me ilusiona no deje de amarte.